La necesidad de incorporar la naturaleza a nuestra vida, el desarrollo de la biofilia en la arquitectura y el interiorismo, hacen de los jardines naturales vivos o liofilizados una herramienta estética con un papel destacado en la concepción de espacios interiores.
Sus numerosas posibilidades creativas hacen de este elemento natural un instrumento ideal para ambientar salas de reunión, recepciones, espacios comerciales, restaurantes, hoteles o nuestro propio hogar.
El jardín vertical, además de proporcionar una sensación de libertad y espacio abierto, aporta una mejora acústica notable para el disfrute del individuo que habita en su interior.