Un entorno laboral bien planteado no solo resuelve problemas físicos, sino que puede mejorar un 30% el desarrollo de los procesos.
Pasar ocho horas (con suerte) sentado frente a un ordenador es la rutina de millones de personas, y no es un trabajo inocuo. De hecho, los oficinistas son carne de contracturas, de problemas de visión y de mala circulación sanguínea, entre otros males.
Una política de prevención y mobiliario ergonómico es la soluciónç; poder trabajar de pie o sentado y que cada empleado pueda customizar el espacio de trabajo según sus necesidades. Es una garantía de bienestar y por ende mejora la eficiencia de los empleados.
La oficina cada vez más, es un lugar cambiante algunos la denominan “ liquida” por su capacidad de adaptación a las nuevas tareas y perfiles, respondiendo a variadas necesidades como pueden ser reuniones para tomar café, mantener una conference call o zonas de concentración que faciliten la privacidad y que permitan cambiar de postura.
El activo más importante de las empresas son sus empleados, por lo que es de vital importancia ofrecer un entorno agradable y ergonómico. Este último punto está muy presente en las empresas nórdicas pioneras en confort en la oficina, donde la legislación ya obliga por ejemplo a que las mesas sean regulables en altura para una mayor comodidad.
¿Cómo mejorar el bienestar y salud de los trabajadores?
Un estudio piloto realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford comprobó si era mejor trabajar sentado en una silla o en un taburete y si esto ayuda a reducir o aliviar el dolor crónico de espalda en los trabajadores de oficina.
La investigación concluyó que el dolor lumbar puede ser aliviado por la introducción sillas, taburetes y mesas regulables que permiten la «variación postural» a lo largo de la jornada laboral.
Algunos hallazgos clave incluyen:
- Disminución del Dolor: Al final del estudio, los participantes que variaron la postura fueron un 78% menos propensos a informar de un día de baja por dolor de espalda que los que trabajaron en sus asientos de trabajo fijo.
- Intervención rápida: Los participantes comenzaron a experimentar una diferencia a los 15 días de utilizar los nuevos puestos flexibles.
- Aumento de la concentración: Los participantes informaron de la disminución de dolor de espalda y cuello significativamente menor, y señalaron que este hecho les permitió concentrarse mejor y más tiempo.
«Estos resultados refuerzan la importancia del movimiento y la actividad en los espacios de trabajo para que sean más saludables” dijo Carrie Schmitz, gerente de investigación.
A priori cambiar de postura de sentado a de pie, puede parecer que no tiene sentido, pero los espacios de trabajo cada vez son más flexibles y encontramos zonas con múltiples usos en los que es posible combinar varios tipos de asientos.
Desde Espacio Aretha trabajamos para mejorar los espacios y ayudar a las personas a desarrollar su actividad profesional con productos de la más alta calidad y pensados en el bienestar y la máxima comodidad.
Los hallazgos del estudio de la Universidad de Stanford fueron publicados recientemente en la revista Journal of Occupational and Environmental Medicine, haga clic aquí para leer más.