Los amplios espacios interiores que se diluyen hacia el exterior se suelen considerar algo propio de los climas cálidos. Sin embargo, cuando nos guiamos más por la espontaneidad y la creatividad que por la temperatura, podemos encontrar maneras para que los espacios exteriores parezcan radiantes incluso en climas más fríos.
En cualquier caso, en nuestro país tenemos el privilegio de gozar del clima mediterráneo donde los veranos son calurosos y secos y unos inviernos suaves y ligeramente lluviosos, lo que nos impulsa al disfrute del espacio exterior.
Esa creatividad de la que hablamos nos permite concebir zonas lounge, terrazas, piscinas, jardines, y otros espacios que nos abren la mente a la diversidad para imaginar y crear escenas que perduraren en nuestra retina.
Sin embargo, no son muchas las viviendas que gocen de grandes espacios exteriores. Esto no debiera constituir un elemento disuasorio para vida hacia afuera, ya que un pequeño balcón o un patio cerrado, siempre serán un plus donde romper la monotonía de la vida diaria. Y aquí, en estos espacios reducidos, es donde debemos agudizar el ingenio por medio del equipamiento al servicio del diseño para sacarles el mayor partido generando ambientes acogedores y relajantes.