Hemos pasado de un modelo de oficina territorial e individualista a un modelo abierto donde se reducen los espacios privados, en favor de espacios compartidos para fomentar la interacción y las metodologías de intercambio de información.
Sin embargo, mientras la comunicación fluye y la colaboración estimula la confianza, el ruido se convierte en un enemigo potencial. Una mala acústica en el lugar de trabajo reduce notablemente la productividad, provoca cansancio y tiene como consecuencia una pérdida de concentración.
La ausencia de una sensación de confort a nivel acústico no es deseable ni saludable. Según un informe elaborado por el Observatorio Salud y Medio Ambiente de España, una exposición a altos niveles de ruido genera estrés, ansiedad, alteraciones del sueño y problemas cardiovasculares.
¿Qué pueden hacer las empresas para reducir las distracciones y ayudar a mejorar el confort de sus trabajadores?
La construcción del edificio es el factor más influyente en la acústica de un espacio. Por este motivo, es vital examinar la arquitectura desde el punto de vista del aislamiento y el acondicionamiento interno. El correcto análisis de sellados de paramentos verticales, la eliminación de puentes acústicos y la utilización de materiales aislantes en fachadas o fonoabsorbentes en el interior de las oficinas, son factores determinantes a la hora de combatir el ruido.
Estamos observando una mayor sensibilización de profesionales y clientes a la hora de dar un tratamiento de acondicionamiento acústico adecuado que evite la reverberación. Esta conciencia es aún mayor en áreas de alta concentración de personas, como espacios de call center, comedores corporativos, salas de reunión o salas de formación.
Las soluciones con elementos de revestimiento, paneles acústicos y mobiliario acústico comienzan a tener una importancia elevada. Además, son elementos que contribuyen en el diseño y personalización de los espacios. Esta doble función hace que estas soluciones se incluyan en muchos proyectos y q el cliente final empiece a verlas como una inversión con valor añadido.
La distribución estratégica de los elementos es la clave para crear confort acústico
Por ello es necesario dejarse asesorar por un profesional especializado. Este debe analizar el estado real de reverberación según la volumetría del espacio y los materiales que la componen y el uso que se le va a dar al espacio. En este punto, la figura del ingeniero acústico es muy importante, no sólo para analizar el problema sino para dictaminar la masa y superficie de material acústico a emplear. De este modo, también se optimiza la inversión para el cliente final.
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