Oficinas Zelestra

Cuando Zelestra, una empresa líder a nivel global en energías renovables, decidió trasladar su sede central al centro de Bilbao, la premisa era clara: crear un espacio dinámico, flexible y visionario, capaz de reflejar su ADN colaborativo, su capacidad de adaptación dinámica y su apuesta por la innovación. Buscaban un emplazamiento urbano, único y lo suficientemente grande como para alojar una amplia zona de trabajo en una sola planta. La elección recayó en el edificio Coliseo Albia, en la Alameda de Urquijo, cuya ubicación ideal en el ensanche bilbaíno, junto con su amplia superficie de más de 1600 m2, ofrecía el lienzo perfecto para una reinterpretación contemporánea del espacio de trabajo.

El estudio Gaztelu arquitectos se enfrentó al desafío de transformar el interior compartimentado y opaco del antiguo casino en un entorno diáfano, que aprovechara al máximo la luz natural y proporcionara el confort óptimo para las nuevas oficinas. Para lograrlo, el espacio se reorganizó como una oficina de concepto abierto, con un núcleo central de salas y zonas de actividad. Se combinaron superficies en tonos neutros, elementos distintivos alineados con la identidad de la marca y materiales cálidos como la madera y el fieltro acústico. El resultado es un espacio donde la innovación y la calidez conviven en perfecta armonía.

El acceso a la oficina se produce a través de un vestíbulo de doble altura que enfatiza la amplitud del espacio, generando una sensación de apertura y transparencia. Desde aquí, el visitante se sumerge en un entorno de trabajo diseñado para la colaboración. En el centro, un ágora multifuncional de actividad, inspirado en la filosofía sostenible de la empresa, actúa como el núcleo del ecosistema laboral, rodeado de salas de reuniones modulares y áreas de brainstorming.

La acústica ha sido un aspecto fundamental en el desarrollo del proyecto. Se han incorporado materiales innovadores y reciclados con propiedades acústicas, como paneles de fieltro fabricados a partir de botellas de plástico reutilizadas y revestimientos de lamas de madera que absorben el sonido y minimizan la reverberación. Estas soluciones no sólo mejoran el confort de los usuarios, sino que también contribuyen a la sostenibilidad del espacio. Además, los techos cuentan con elementos suspendidos acústicos que aseguran un entorno de trabajo silencioso y eficiente.

En la zona de trabajo, la distribución apuesta por estaciones en hot desk. La singularidad de las soluciones de iluminación, diseñadas a medida para este proyecto, responde a la ausencia de un suelo técnico para la electrificación de las mesas. Estas piezas son capaces de reconducir el cableado desde las bandejas de techo hasta los puestos de trabajo. La repetición de estos elementos y los ritmos que se generan entre ellos se ven reforzados por una paleta de colores que respalda la nueva narrativa de la marca, con el objetivo de crear un espacio acogedor, versátil y dinámico.

El resultado es una oficina que trasciende su función operativa para convertirse en una experiencia inmersiva, un laboratorio de ideas y colaboración, donde el diseño y la tecnología van mano a mano estimulando creatividad e innovación en cada esquina.

Aretha ha colaborado estrechamente con Gaztelu Arquitectos en este singular proyecto en el desarrollo del estudio acústico y lumínico, el equipamiento integral de las soluciones especiales de iluminación tanto en espacios de trabajo, zonas comunes, colaborativas y reuniones, así como en el equipamiento del mobiliario de trabajo, despachos, reuniones y zonas de colaboración y esparcimiento así como estanciales.