The power of place, the true cost of inaction

«La muerte de la oficina»

Estos titulares reflejan nuestra creciente madurez como país, cada vez más acostumbrado a tener “oficinistas híbridos”, y ponen de manifiesto profundos cambios sociales en torno a cómo interactuamos más ampliamente con el entorno construido y cuál podría ser el propósito de este en nuestras vidas.

Como principales constructores de oficinas en el mundo, ISG ha ido más allá, realizando un estudio propio para encontrar las respuestas a estas nuevas preguntas. Con éste, estamos aportando a nuestros clientes y al sector, una visión clara de lo que está por venir, para así ayudarles a que tomen las mejores decisiones en el momento de invertir.

El 2021 marcó el nacimiento de nuestro estudio, The power of place. En esta primera versión se analizaron los efectos de la crisis del COVID-19 en el mundo de las oficinas. Se llegó a una conclusión clara: los empleados querían volver a la oficina y usarla como un espacio para trabajar junto a su compañeros. Las oficinas se percibían ya como lugares de intercambio y se consideraban esenciales para sentirse identificados con los valores de la empresa. El trabajo híbrido había llegado para quedarse, y aportaba una mejora sustancial en la conciliación de la vida profesional y personal, facilitando con ello la creatividad, la productividad y el bienestar personal.

Ahora, en 2022. The Power of Place regresa. Enfocándose esta vez el coste oculto de no hacer nada en los edificios y los espacios de trabajo, y preguntándose por;

¿Cómo abordan las empresas y los inversores los cambios en los espacios ante los retos de mundo actual? y, ¿qué costes, no solo económicos, se derivarían como consecuencia de no hacer nada al respecto?

El informe The power of place: the true cost of inaction, pone el foco sobre los beneficios que han obtenido las empresas que han adoptado modelos de trabajo híbrido y que para ello han realizado mejoras en sus lugares de trabajo. Destaca el riesgo y el coste asociados a no hacer nada a este respecto.

En su lanzamiento, en un formato de mesa redonda, expertos del sector debatieron sobre el futuro de los espacios de trabajo. Los pasos a seguir en el diseño de entornos de trabajo diferentes desde donde la gente pueda trabajar de manera más flexible, y sobre el cómo conseguirlo en base a métodos modernos de construcción sostenible que se adapten a los principios de ESG de las compañías.

Las apreciaciones de este encuentro coincidieron en lo sustancial con los resultados arrojados por el nuevo informe. En este, se pone de manifiesto que los empleados valoran la flexibilidad y el equilibrio entre la vida laboral y personal y que los ahorros de tiempo y dinero en los viajes constituyen los beneficios clave del trabajo remoto. En un entorno de trabajo híbrido, la capacidad socializadora del espacio de trabajo va ganando en importancia, y los empleadores deben trabajar duro en estos aspectos.

Es importante tener claro cuál es el propósito de los trabajadores para ir a la oficina. Para llegar a eso se necesita tener en cuenta la cultura de la empresa y las necesidades de la misma. Tenemos que escuchar al trabajador y crear un acuerdo compartido. La oficina tiene que aportar valor para que realmente funcione y lógicamente eso se tiene que trasladar a los espacios de trabajo

Esther Pisonero, Head of HR en Mercedes Benz